Colección de momentos
Amanecer.
Despertar, ver el sol o sentir la lluvia,
Recibir el saludo de aqueyas personas que son importantes para ti,
Descubrir nuevas facetas de tu personalidad,
Regalar una sonrrisa a la intemperie,
Y brillar, con el ánimo que caracteriza la llegada de un nuevo día.
Atardecer.
Caminar, respirar el aire fresco que te ofrece la naturaleza,
Compartir amistad, regalar un poco de amor a quien esté necesitado,
Reflexionar e investigar, descubrir y aprender alguna lección que nos de pie para decir que valió la pena vivir un día más,
Desprenderse de un beso, brindar el consuelo de un abrazo, expresar a quien lo merezca sus buenas cualidades,
Y saltar, con la mente o de verdad, como signo evidente de que disfrutas la vida.
Anochecer.
Saludar a la luna, conocer las estrellas, detenerte un minuto para darte tu valor,
Concederte el privilegio de la confianza plena en ti,
Escribir, cantar, tomar tiempo para hacer lo que solo a ti te gusta,
Volar, atreberte a soñar despierto y sonreír en honor a alguien especial,
Recordar, agotarte de la risa evocando momentos felices,
Y lanzarte al marabilloso y perfecto mundo de los sueños, teniendo como último pensamiento, que hoy finalizó un día, pero mañana iniciará otro, que viene cargado de nuevas oportunidades.
Y así transcurren los días, y descubres que la vida es buena o mala, negra o rosada, clara u obscura, y todo va a depender del cristal con que la mires,
Lo comprendes, pero aún así intentas definirla, y la ves como competencia, la escuchas tan musical, la sientes tan inperfecta, pero todas estas definiciones no llenan tus expectativas, no explican lo que quieres expresar.
Y partiendo de mi propio criterio, que conste, sin intentar persuadir a los demás de que mi opinión es la correcta, la vida, exclusivamente para mi, es simple y sencillamente una antología, una agradable y desordenada, pero a la vez gratificante, colección de momentos.
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